Cual Sancho ....

Cual Sancho del nuevo siglo, incluso pecando de lo que algunos insisten en tildar como ignorancia y chabacanería, me encanta hacer referencia de vez en cuando a algún refrán. Eso no quiere decir que mi cultura y saber estar estén directamente relacionados a dicho personaje literario; sólo nos parecemos en eso. Por eso últimamente utilizo mucho un refrán que aprendí hace poco, y que me ha servido mucho a mí y espero que a los que se los he transmitido, pues es mucho todo el saber que encierra este sabio mensaje en pocos palabras ( “lo bueno si breve dos veces bueno “ ).

El refrán al que hago referencia dice algo así como “ en tiempos revueltos no hacer mudanza “, o alguna variante parecida.

Lo bueno que tienen los refranes, digno exponente de la sabiduría popular española, es que sirven para casi todo, esto es, que cada uno los interpreta cómo quiere conforme a la situación que esté viviendo y les saca el provecho que más le convenga y beneficie.

Y me pareció muy sabio consejo refranero, cual libro de cabecera, de un tiempo a esta parte, pues todos sabemos de situaciones difíciles en las que uno no sabe muy bien qué ocurre y sobre todo no tiene ni idea de cómo resolverlas. Pero a pesar de que “ cuando el río suena agua lleva “, el caudal no tiene por qué ser siempre muy abundante, o lo que es lo mismo, el problema no tiene por qué ser irresoluble, sólo hay que darse cuenta de que el río existe y que debemos de tener cuidado con no ponernos en medio de su cauce. Y que cuando suena fuerte, torrencial, no quiere decir que se desborde y cambie de cauce, sino que puede discurrir por el mismo camino pero con diferente intensidad.

Pues eso, que ante las confusiones en las que de un tiempo a esta parte me he visto envuelta, ya como protagonista y partícipe, ya como víctima y sufridora, he llegado a la conclusión de que este consejo tiene que ayudarme a resolver y deshacer dichos entuertos.

Cuando las confusiones tienen algo parecido a los argumentos de las películas americanas de los años 60 a lo Hudson y Day, o con las menos apreciadas telenovelas sudamericanas de fin de siglo, ante las confusiones, los malentendidos y demás entuertos, hay que pararse a pensar y no tomar decisiones drásticas e irrevocables, pues " no hay mal que cien años dure ", ya " el tiempo todo lo cura " y " .. pone las cosas en su sitio ".