ISABEL

Monday, May 22, 2006

EL BESO


Robert Doisneau

AMISTADES Y ADVENEDIZOS

Todos tenemos a veces miedo a la opinión que los demás tienen o puedan llegar a tener de algunas de nuestras cosas. Todos en el fondo esperamos el reconocimiento de los demás en cada una de las cosas que hacemos, en nuestra forma de vestir, de bailar, en la manera de expresarnos, en la forma de relacionarnos,.... Con esto no quiero decir que vivamos de "cara a la galería", pero todos estamos inmersos hasta la médula en una sociedad “que no deja títere con cabeza “, todos formamos parte del ente crítico y destructivo que eso implica. Por eso se crearon normas, valores, conceptos, etc, que hicieron y hacen posible que sepamos más o menos cómo movernos correctamente y cómo actuar, no sin dejar cabida al libre albedrío y saber hacer de cada cual.
No sé si hasta ahora me he expresado bien, no quiero que nadie que pueda estar leyendo esto piense que pertenezco a ese ente hipócrita y cínico que vive encorsetado dentro de unos cánones sociales en los que me ha tocado vivir. Pero no me engaño ( o al menos eso creo la mayoría de las veces ), y sé que vivo dentro de unas estructuras mentales y sociales que me han inculcado y de las que es muy difícil salir: sólo queda la autocrítica, que de eso aún no carezco.
Todo esto viene a colación de un hecho muy simple que a algunos se les hace un mundo, o se nos hace algo difícil ( no dejaré de incluirme ). Me refiero a que, por ejemplo, todos sentimos un temor natural e inevitable, quiero pensar, cuando tenemos que presentar a nuestras parejas, a las personas que hemos elegido, con las que deseamos estar, por una serie de características que nos enamoran, o sin tener ninguna de ellas nos enamoran igual sin saber muy bien por qué.
Este fin de semana conocí a la novia de uno de mis mejores amigos y una de las personas que más quiero. Lo cierto es que se me hizo muy extraño, pues estaba deseando conocerla, a la novia de mi amigo, pues tenía mucha curiosidad por saber cómo era la chica que este había “ escogido “, pues quizá sin él quererlo había convertido este evento de presentación en un acto de gran misterio.
MI amigo se negaba a presentar a su novia, argumentando toda una serie de motivos que ahora muy bien no recuerdo, pero que todos caían por su propio peso; y es que no era más que miedo. Por fin, después de muchas presiones, de muchas negativas por su parte, escuchamos lo que hace tiempo estábamos deseando oir: “ el sábado os la presento “. Por fin la conocimos.
Reconozco que este puede ser un momento difícil, porque sin quererlo nuestros amigos, que son las personas que más y mejor nos conocen, se convierten en “ semi-jueces “ de nuestros actos, de nuestras decisiones. Todos opinamos sobre todo o casi todo de lo que hacen nuestros amigos: aquí el archiconocido refrán de “ la confianza da asco “ adquiere todo su crudo sentido. Y conocer a la pareja de uno de nuestros amigos, saber cómo es la persona que este ha escogido, de la que se ha enamorado, con la que se divierte y disfruta, suele ser bastante curioso. A todos nos vienen muchas ideas y sensaciones y opiniones de la persona conocida: sobre su aspecto físico, sobre su sociabilidad, sobre su inteligencia..... Y todos hacemos una valoración “ a priori “ sobre lo acertado o no de sus decisiones y elecciones: a veces varía y cambia para mejor, a medida que se va a conociendo más a esa persona, y otras, desafortunadamente, torna a una opinión cada vez más negativa y de desconcierto preguntándote el por qué de esa elección.
Evidentemente uno tiene que ser cauto cuando conoce a los novios de sus amigos, pero hay ciertas cosas que son inevitables que uno piense y siente respecto a esa nueva persona que acaba de entrar, sin elegirlo en su círculo, en su vida.
Normalmente suelo comulgar con las decisiones de mis amigos cuando eligen pareja, con algunas excepciones, claro. Y esto no lo digo, como estará mal pensando alguno, para regalar los oídos a nadie.
En fin, que este fin de semana conocí a la novia de uno de mis amigos y me sorprendió, como ya le comenté a él, muy gratamente. Me gustó, a pesar de haber hablado poco con ella, porque yo soy así, muy reservada al principio cuando conozco a la gente. Pero me gustó sobre todo porque no tiene nada que ver con las chicas que le había conocido antes .....
Ya ves, no ha sido tan difícil, sólo se trataba de naturalizarlo, de normalizarlo. Los que te quieren lo harán siempre, porque te eligieron a ti, como eres,como esperamos que sigas siendo: y aunque no elegimos a tus acompañantes, a los advenedizos de todos en general, todos aprendemos y aprenderemos a quererlos, a apreciarlos y aceptarlos al menos, porque formaran parte de uno inevitablemente.

Monday, May 08, 2006

"YO SOY AQUEL ", Raphael