Tiempos Revueltos .....

ESPERÁNDOLA DESESPERÉ, y tuvimos al principio un encontronazo, pues las dos habíamos olvidado lo que cada una éramos, lo que significábamos la una para la otra. Y nuestra relación se retomó dentro de un círculo de amor – odio. Pero después de una semana difícil, de altibajos ( mas bajos que altos ), de malos sueños, pesadas digestiones, dolores de cabeza e inestabilidad general, creo que estamos empezando a aceptarnos, a reencontrarnos dulcemente, a disfrutarnos.... La primavera y yo volvemos a ser amigas, lo habíamos casi olvidado, pero ya nos encontramos en paz la una con la otra. A partir de ahora sólo nos queda disfrutarnos.
Llevaba un largo y gélido invierno esperando impaciente su presencia. No es que el invierno me desagrade en exceso: bueno, sí cuando era pequeña, porque el frío, la lluvia y demás inclemencias climatológicas propias de su tiempo, me impedían disfrutar plenamente de mis tardes de juegos y corredurías con mis amigos. Pero con el tiempo he aprendido a disfrutar de esta última estación del año, del invierno a través de las ventanas, de la lluvia, de los charcos en las calles que me ensucian rabiosamente los pantalones, del frío helador que me provoca rojeces y me obliga a ir envuelta en ropajes incómodos que apenas dejan moverme.
Y todos los años esperaba la primavera alegremente, provocándome estados de euforia y desenfreno, momentos de excitación y apetito sexual incontrolables ( no siempre y requeridamente saciados, claro ). Bueno, estados y sensaciones típicos y tópicos de esta época, que supuestamente todos alcanzábamos y yo también con ellos.
Pero este año ha sido algo diferente; me ha costado aceptarla, a pesar de esperarla, como ya dije, impacientemente. Y no ha sido hasta hoy, con la llegada de un sol radiante y cegador descubierto a través de mi ventana al levantarme, y a pesar de sufrir todavía unas ligeras molestias estomacales, cuando he saludado eufóricamente a mi vieja amiga.
Hoy empezaré a disfrutar del sol radiante, del buen tiempo, del cálido calor que adelanta el verano, de la lluvia fresca, de la floración ... y también del borboteo de algunos corazones.
Puede resultar algo cursi, pero esto es lo que hoy siento. “ QUE LA PRIMAVERA LLEGÓ!!!!!! “.

LUNA LUNERA...

Hoy hay luna llena ......pero ya ayer empecé a notar su influencia.
Nunca había hecho mucho caso a mi signo zodiacal, pues soy Cáncer y al parecer una persona muy cambiante, influenciable cuando la luna se vuelve redonda, blanca... llena. Pero mi hermana se empeña de un tiempo a esta parte en recordarme cada vez que llega, o que pasa, la luna llena, que me afecta, que soy otra persona, diferente. A veces me da por la tristeza extrema, otras por la extroversión, otras por la locura.... la mayoría de las veces la rareza se me presenta en forma de melancolía. Y últimamente me doy cuenta de que en verdad tiene razón.
La luna llena me transforma, momentáneamente, en otra persona.
Ayer, por ejemplo, empecé a notar su influencia, sin saberlo. El día, que comenzó inmejorable, con una sonrisa, un buen desayuno en compañía y una increíble sesión de besos y caricias, se tornó, nada más pisar mi " plató " de trabajo, en un espectáculo de malos rollos e intrigas que, como diría alguno; " pa qué contarte ". Por la tarde malas noticias que no conviene relatar, y por la noche lágrimas incontroladas en mi cama como en mis mejores y peores tiempos de adolescente.
Y hoy me levanté, después de un sueño reparador, debo decir, con una sensación extraña. Paula, mi compañera, que me conoce poco, pero creo que bien, ya me lo notó: algo irascible, irritable, explosiva ....
Y tiene razón. Mi hermana tiene razón. Mi zodiaco tiene razón. La Luna LLena no me deja indiferente. Por eso a veces me aterra su llegada, porque nunca sé si vendrá con aires buenos, o todo lo contrario.

MI CHARLOTTE ....

Os presento a mi pequeña Charlotte. ¿ A que es preciosa ? Así la evoca mi recuerdo cuando no la tengo presente. Pero más bonito es si cabe lo que ella tiene por dentro.Ella es Pilar y es una de las cosas más bonitas que me han pasado en la vida. Cuando me empeño en vivir, en pasar el día a día, no me doy cuenta del valor de las cosas que me rodean.
...Una de esas cosas es Pilar.
La costumbre y el paso de los años hacen que uno no se pare a pensar en lo que tiene al lado, en el tiempo que hace que algunas personas están ahí y en el inmenso valor que estas poseen y el lugar exacto que ocupan en nuestros corazones. Me paro a pensar, a sentir, a recordar miles y maravillosos de los momentos pasados, historias vividas, desde niña con Pilar. Yo tampoco sé quién ni qué circunstancia maravillosa hizo que nos encontráramos en un momento dado, y maravilloso, de nuestras vidas, que nos pusieran juntas y camináramos agarraditas de la mano.
Haciendo viajes al pasado con la memoria, recuerdo y revivo muchos de los momentos vividos, sé qué es lo que nos unió cuando éramos pequeñas, inconscientes, vividoras, “pizpiretas “, con deseos de conocerlo todo y de conocernos.
Compartíamos gustos, aficiones, juegos, lecturas, expectativas,... parecidos mismos deseos de futuro y enormes y utópicas expectativas. Y lo mejor de todo es que el paso de los años no ha hecho que cambien las cosas; pues cambiaron lugares, personas alrededor, trabajos, ciudades, experiencias... pero, inevitablemente, por fortuna, no cambiaron nuestros corazones, nuestro deseo de querernos por siempre y para siempre. Se moldearon nuestras personalidades, variaron nuestras expectativas e incluso algunos de nuestros gustos. Pero seguimos teniendo, tengo la absoluta fe, corazones hermanos, sin compartir el mismo líquido elemento. Por eso sé que esta unión será para siempre, porque estamos inevitablemente condenadas a estar juntas.
Y recuerdo por qué la quiero cuando hablo con ella, aunque sea por teléfono, pues no hace falta que hablemos todos los días, que nos contemos las novedades triviales y diarias que transcurren por nuestras vidas para entendernos. La siento muy cerca.
Y esta es mi amiga Charlotte; y estoy tan orgullosa de conocerla, de tenerla!!!!

¡Los chicos también lloran!

Los chicos también lloran, pero sólo lo hacen en la oscuridad, en los rincones de su alma y de su corazón. Que nadie note que son muy humanos, frágiles, débiles, que tienen miedos e inseguridades como el resto: vamos, como las chicas que lo hacemos de cara al resto del mundo, sin importarnos,algunas incluso abusando de ello, claro.
........
Sintió impotencia, esa sensación frustrante de no poder ayudarle, pues la cabezonería innata en él no le permitía mostrarse, que nadie descubriera que también sufría y que era frágil, cual niño.
Por la mañana, hablando por teléfono, sin verle la cara, ella sabía que los ojos de él se encontraban húmedos, chispeantes, contenidos. Su voz era casi entrecortada y se negaba, a pesar de la insistencia de ella, a rebelar su secreto.
Sin haberlo planeado ella quería saber más, necesitaba saber cuál era el motivo de ese malestar tan grande que lo invadía, que le impedía seguir adelante, dejarse ayudar.
Y a pesar de que él le había pedido que no fuera a verlo, guiada por un impulso, acudió a su encuentro sin saber muy bien cuál iba a ser la reacción que la esperaba al encontrárselo.
Un café, unos ojos esquivos, una distancia absurda sentados los dos en el sofá del salón...Después de unos eternos silencios, unas confesiones reveladoras y un pecho henchido de dolor, pena y lágrimas que no se atrevían a brotar, ella olvidó su papel de mujer distante, gélida, fría, y se abrazó a él, fuertemente, cálidamente, en un acto sanador, consolador, protector. Y pasaron las horas, en silencio, aferrados dulcemente, dolorosamente, mientras la lluvia caía al otro lado de los cristales de esa ciudad gris que lloraba todo lo que él no se atrevía a hacerlo.....

En la intensidad y la brevedad de algunos momentos de nuestras vidas se encuentra el secreto de su exclusividad, de a felicidad que nos proporcionan.....

MIS CHICAS PREFERIDAS

Me negaba a ver la última temporada de “ Sexo en Nueva York “ porque no quería romper mis vínculos, definitivamente, con una serie que para ser sincera, me ha marcado mucho. Y reconozco que solté alguna lagrimita, romántica y de despedida cuando vi el último episodio.
Se fueron las chicas glamourosas, odiadas por envidiadas, porque lo tienen todo faltándole muchas cosas. Como a las demás, a las que vivimos con menos cosas ( menos dinero, menos relaciones de pareja, menos sexo, y menos Manolo´s, claro ), pero que compartimos las mismas experiencias aunque a otros niveles.
Todas quisieramos ser como Carrie, tener un trabajo interesante como es escribir en un periódico, vivir en un pisito encantador en pleno Manhathan, tomar cosmopolitan en bares “ cool “ y abarrotados de gente guapa e interesante, poder comprarnos, Manolo´s, Gucci, Versace, y ( eso es casi lo que yo más le envidio ), poder ponernos unos mini, mini short con vertiginosos zapatos de tacón, y que nos quedaran como a ella, claro. Y coquetear como solo lo sabe hacer ella, mesarnos el cabello y sonreir coquetamente con algún chico en cualquier parte de esa fabulosa ciudad que debe ser Nueva York,.
Y todas desearíamos tener mucho de Miranda: su seguridad, su espíritu crítico en todo lo que hace y observa, su fuerza y coraje en el trabajo, del que además disfruta como una loca. Y saber, a priori claro, como controlar cualquier situación. Defensora a ultranza de los derechos de la mujer trabajadora y moderna, la más critica entre las críticas con los hombres y el machismo que les rodea.Tan fuerte pero tan frágil en el fondo. Tan segura de sí misma, de lo que quiere, a lo que aspira, y tan entregada al amor y a las sanas costumbres en el fondo.
Samanta, el espíritu libre al que todas/os admiramos, una auténtica mujer de bandera: guapa, sexy, segura de sí misma y de sus infinitas posibilidades, con un trabajo envidiable, que conoce y tiene sexo con los chicos más guapos y exitosos de Nueva York. La mujer que tiene un cuerpo de escándalo a pesar de que ronda los 40 ( ya lo quisieran muchas de 20, y yo, vamos ), la que se pone escotes y trajes ajustados de lycra y se te cae la baba y te mueres de envidia al verla. Y la mujer que finalmente cae rendida al amor con el chico más sexy, más sensato y cariñoso que jamás haya visto nadie en la tierra: mi dios, mi Apolo, mi Adonis. Smith.
Y el don de la dulzura, la belleza y la perfección estética que personaliza Charlotte. Sus sanas y aburguesadas costumbres de “niña bien “ neoyorkina, que a veces se salta a la torera intentando ser un poco chica mala y disfrutar de los placeres de la vida como lo hacen sus compañeras. Charlotte es todo amor. Y yo tengo mi pequeña Charlotte en Pilar.
Y todas ellas son una sola. Todas tienen un poco de cada una de nosotras, y con todas nos identificamos un poco en muchos de sus gestos, de sus gustos, de sus experiencias, de sus formas....Todas quisiéramos hacer un buen “ cosmopolitan “ con lo mejor de ellas.
¡¡¡¡¡Quien diga lo contrario miente!!!Quien quiera saber un poco que visite la página de la serie ( www. hbo.com/city/ .

MATINAL EN MI CAMA

Me despierto en mi cama después de un intermitente descanso. La cama hoy no fue tan amplia, tan fría como otras noches en las, como suelo, me acurruco en el rincón derecho de mi amplio lecho; sino más estrecha, aunque cálida y caliente, causa y consecuencia de la presencia de un cuerpo cada día menos extraño.
...Y me despierto en mi cama despues de un intermitente descanso, después de una noche interrumpida por una suerte de ronquidos que en un pasado me hubieran resultado irritantes, pero que ultimamente se me hacen más llevaderos y en ocasiones reconfortantes. Y me levanto a media noche, no una, sino varias veces, sorprendida en un primer momento porque no me encuentro sola, porque no tengo frío, porque algo me aferra, me estrecha fuerte contra sí: y un cálido aliento húmedo me acaricia la nuca...
Uhhhmmm, que agradable sensación de compañía, de sexo resuelto, de pasiones vividas momentos anteriores... Rememorándolas sonrío, y abro los ojos, y acaricio su poblado y espeso pecho, su cabello revuelto y crespo,... y vuelvo a cerrar los ojos, ahora con una sonrisa en los labios. Y me acurruco un poquito más entre sus brazos, buscando en el hueco cóncavo que deja su cuerpo junto al mío y que parece diseñado para guarecerme.
...Entonces recupero mi sueño, no sin antes haber esbozado un ligero movimiento para advertir al durmiente, bello virgo, que debe abandonar su serenata al menos por un tiempo. Y dormimos los dos, abrazados, sintiéndonos, dándonos calor, yo en silencio, deseandole, pero sin atreverme a perturbar su sueño...
Y me abandono a un letargo profundo y placentero. Sueño miles de cosas, de ninguna casi me acuerdo. Y me levanto sobresaltada, pero más me sobresalta su cuerpo. Me he vuelto a sorprender, me han despertado unos besos, unas caricias un buenos días sinceros.....